La tuberculosis es una enfermedad infecciosa crónica causada por el complejo mycobacterium tuberculosis (bacteria de la tuberculosis), que se infecta principalmente a través de las vías respiratorias o del tracto digestivo. Todos los órganos humanos, como el hígado, el riñón y el cerebro, pueden estar infectados, especialmente los pulmones, que pueden suponer el 80%-90% del total de casos de tuberculosis[1] Los pacientes de tuberculosis suelen tener fiebre, sudores nocturnos, fatiga, pérdida de peso, pérdida de apetito y tos con sangre. Actualmente, un tercio de la población mundial está infectada por M. tuberculosis. Y alrededor del 10% de ellos desarrollará una tuberculosis activa[2].